Es extremadamente
difícil descubrir que nos quedamos cortos de alguna manera o forma. En
ocasiones nos topamos con la realidad de descubrir que no estamos capacitados para algunas
cosas, esto puede devastador para nuestra confianza en nosotros mismos.
Cuando nuestra autoestima sufre, puede causar problemas más adelante con depresión y otras consecuencias graves. Sin confianza, nuestras relaciones personales y la visión de nosotros mismos sufren tremendamente.
Lo que dice la sociedad
Algunos podrían
argumentar que es la sociedad la que nos presiona demasiado para tener éxito.
Se nos da una definición hecha a medida para el éxito desde una edad temprana.
Visualizamos el éxito
como tener mucho dinero y hacer lo que sea necesario para estar en la cima. Sin
embargo, esa visión del éxito a menudo no se elabora personalmente ni se adapta
para alinearse con nuestras pasiones.
Eso puede ser
peligroso, especialmente si eres una persona creativa y enérgica que prospera
con una gran cantidad de autoexpresión e innovación.
Creatividad no recompensada
Parece que el mundo es
cruel con los tipos creativos, pero esto se puede evitar de alguna manera
cambiando tu perspectiva. Son nuestras propias mentes las que se convierten en
nuestras jaulas.
Cuando aceptamos la
definición de éxito de la sociedad en lugar de definirla por nosotros mismos,
ahí es cuando realmente comienza el problema. El problema se vuelve aún peor cuando
comenzamos a identificarnos como fracasados porque no cumplimos con los
criterios para la definición de éxito.
No aceptar el fracaso
Afortunadamente, no
existe una ley en el universo que establezca que tenemos que aceptar la
definición de fracaso de la sociedad y etiquetarnos como una especie de
etiqueta autocondenadora que arrastraremos por el resto de nuestras vidas y
sufriremos inmensamente.
Tenemos que aprender a
redefinir el fracaso para que podamos verlo como una oportunidad en lugar de un
problema sin solución.
Cambiando este pensamiento
Para muchas personas,
puede resultar más fácil hablar de ello que hacerlo, pero es posible. No
importa quién seas, puedes definir el fracaso por ti mismo. Un fracaso puede
ser muchas cosas, pero una cosa es segura. No es una identidad. Tú no eres un
fracasado.
No importa todo lo que
has hecho o no has podido realizar, el fracaso nunca debería ser tomado como
una etiqueta. Puede aplicar el fracaso al fracaso para lograr objetivos
específicos o completar tareas, tú no eres un es un fracaso. Deberías meterte
eso en tu cabeza ahora alto y claro.
Redefiniendo el fracaso
En su lugar, redefine
el fracaso como una oportunidad para ver tu tarea bajo una luz diferente.
Cualquiera que sea tu objetivo, hay muchos caminos que puedes tomar que te
llevarán al éxito. Si no estás dispuesto a tomarte el tiempo para analizar tus
elecciones y examinar por qué ciertas cosas han tenido éxito y otras no,
entonces te estás perdiendo el regalo que el fracaso puede brindarle.
Al ver el fracaso bajo
una luz diferente, te estás brindando la oportunidad de comenzar a ver
oportunidades donde una vez vistes obstáculos. Esta es una estrategia poderosa
que te abrirá muchas puertas nuevas y te permitirá ganar confianza en ti mismo
en lugar de sentirte derrotado por las expectativas que te habías creado. ¡Mira
el fracaso como una oportunidad!