Tener finanzas sanas
tiene relación con tu estado financiero. Una sólida salud financiera se destaca
por un ingreso recurrente de dinero, saldo de caja creciente, una cartera
sólida y gastos que no muestran alzas inesperadas. Llegar a esta etapa puede
parecer difícil de cumplir, principalmente cuando estás empezando con un
ingreso mínimo y muchos gastos por cubrir.
Por todo esto la salud financiera es importante. Un plan financiero debería guiarte a cumplir con todos tus objetivos.
Evita los gastos no necesarios
Esta es la causa por la
que nuestros ahorros en ocasiones son inferiores de lo que esperabas. Hoy en
día, poseemos los medios para comprobar nuestros gastos reales de una forma más
certera.
Primero: crea una hoja de cálculo de
presupuesto cada mes donde registres cada una de tus compras o salida de
dinero. Si llevar una hoja de cálculo se te hace complicado, revisa tu cuenta
bancaria y las compras con tarjeta de crédito.
Es muy posible que
encuentres gastos innecesarios o hábitos de gasto poco saludables, como una
suscripción anual a una revista que por el momento no sigues.
Segundo: Los malos hábitos de gasto
podrían incluir adquirir aparatos
eléctricos de clase alta o gastar de más en sitios de comidas. Identificar
estos patrones es lo primero que hay que hacer para tratarlos. Disminuye el
consumo de comer fuera de tu casa y revisa todas tus suscripciones que pagas
mensualmente.
Ahorra automáticamente
Una de las formas más
seguras de garantizar entradas de dinero para ahorros o inversiones es
automatizarlos. Una revisión anual de tu presupuesto puede contribuir a aclarar
tus patrones de gastos y cuánto tienes que invertir mensualmente,
trimestralmente, semestralmente o anualmente en tu cartera.
Ahorrar de forma
automática se vuelve más importante cuando hablamos de inversiones que tienen
la posibilidad de no parecer importantes en este momento, pero que son
primordiales a la larga.
Por ejemplo puedes
ahorrar para tu fondo de jubilación a los 30 años o en un seguro de salud
cuando seas joven y estés en forma. Al hacer esto de manera automática, tenemos
la posibilidad de estar seguros de que nuestros gastos no nos impedirán hacer inversiones.
Fondos de emergencia
Los últimos dos años
nos demostraron la importancia del ahorro y tienen la posibilidad de ayudarte
en los tiempos difíciles. Un fondo de emergencia está pensado para
proporcionarnos una reserva financiera en caso de un acontecimiento adverso,
como una pérdida inmediata de capital.
Además puedes incluir
gastos no planificados, como reparaciones indispensables en tu automóvil.
La falta de capital o
los gastos inesperados no solo tienen la posibilidad de perjudicar nuestro
estilo de vida, sino que además tienen la posibilidad de poner en compromiso
nuestra cartera de inversión. Un fondo de emergencia está designado a
contemplar todos estos gastos a corto plazo.
Analiza tu deuda y reelabora tu presupuesto
Una deuda puede parecer
una carga pesada, pero puede ser una parte elemental de nuestras vidas. Y en
algunas ocasiones, inclusive puede ser mejor que llevar a cabo enormes pagos en
efectivo por cada compra.
Mencionado lo anterior,
siempre es preferible revisar tus deudas a inicios de año. Siempre realiza primero
los pagos de las deudas con más interese. Ya que, el pago de las deudas con
intereses bajos o nulos se pueden realizar según el cronograma y pueden
ayudarte a gestionar tus finanzas de una forma más organizada.
Revisar tus deudas
Revisar tus deudas y
pagos es requisito para realizar tu presupuesto. Mientras revisas las finanzas
del último año, vas a ver un patrón claro de gastos e inversiones. Esto te va a
proporcionar ayuda para llevar a cabo un presupuesto más realista. Puedes
continuar ajustándolo mientras reelaboras tu plan de inversión y/o ahorro para
todo el año.
La educación financiera
es lo primero que hay que hacer para educarse sobre el dinero y cómo trabaja.
Actualmente, tienes acceso a asistencia técnica para gestionar tus finanzas por
medio de múltiples plataformas, ya sean digitales o expertos. Entonces, tómate
el tiempo para analizar tus objetivos financieros.